Inspección de calderas de gas: Ordenanza 2021
Las calderas de gas deben ser controladas periódicamente siguiendo las mismas pautas que el resto de instalaciones domésticas para verificar su correcto funcionamiento. Esta medida no es solo responsabilidad de los residentes, sino que la ley establece un requisito para cumplir. Por este motivo, en este artículo explicamos el contenido revisado de las calderas de gas y su normativa.
¿Cuál es la frecuencia de mantenimiento adecuada para las calderas de gas?
El período de inspección reglamentario para las calderas de gas depende del tipo de instalación. Esta información está contenida en la Ordenanza de sistemas de calefacción de edificios (RITE) y estipula que las calderas de gas de uso doméstico deben inspeccionarse cada dos años. La potencia correspondiente de estas calderas es menor o igual a 70 kW, si la potencia de la caldera es superior a esta potencia, se debe verificar el estado de la instalación una vez al mes.
Por otro lado, si tiene una caldera de gas con una potencia inferior o igual a 24,4 kW, se puede controlar cada cinco años.
Hoy en día muchos domicilios no tienen conexión de gas natural, pero el gas butano es una alternativa económica. En el caso del gas butano, la revisión de la caldera debe realizarse cada 4 años.
En comparación con otros modelos del mercado, la caldera de condensación suele ser la caldera que proporciona mayor capacidad de rendimiento.
¿Quién es responsable de convertir las calderas de gas si es necesario?
Para que la conversión de la caldera de gas sea efectiva, debe ser demandada por el usuario. Por tanto, si bien este trámite se realiza de acuerdo con la normativa, el usuario debe ser responsable de solicitar un reconocimiento profesional. Otra opción es firmar un contrato de servicio de mantenimiento, en cuyo caso la compañía notificará al usuario que se aproxima la nueva fecha de revisión.
¿Cómo se abona el importe de la revisión?
Un punto relevante a tener en cuenta al revisar las calderas de gas y sus reglas es la forma de pago por los servicios de mantenimiento. Independientemente de qué compañía o técnico inspeccione, la tarificación del servicio se incluye en la próxima factura de gas natural.
Por lo tanto, debe tener cuidado si el técnico solicita un desembolso en efectivo. Para evitar este tipo de fraudes, es importante contar con una compañía profesional. Para ello, puede ponerse en contacto con diversas empresas de marketing e instaladores autorizados y solicitar un presupuesto para alquilar el servicio que mejor se adapte a sus necesidades. En general, la tasa de auditoría es de unos 100 euros.
Cuenta con personal profesional para la manipulación de la caldera
Además del riesgo de un posible fraude, existe otra razón por la que la mejor opción es que un profesional inspeccione su caldera. Recuerda que el buen estado de la caldera es esencial para la garantía de tu casa. El comportamiento inadecuado o la manipulación incorrecta pueden causar altercados graves en el inmueble, poniéndote en riesgo a ti y a tu familia.
¿Qué sucede si no realizo la revisión de la caldera?
Si el usuario no firma un servicio de mantenimiento que incluye una inspección de la caldera de gas, debe hacer arreglos para que un técnico inspeccione el equipo. En ocasiones los usuarios sin servicio de mantenimiento desconocen o no se acuerdan que tienen que aceptar verificaciones de calderas, su negligencia puede llevar a las siguientes situaciones:
- La quema puede ser incorrecta y causar riesgos para la seguridad.
- Deterioro de eficiencia energética y por lo cual consumo excesivo de energía
- La ventilación se puede bloquear
Si ocurre un accidente, se renuncia al seguro porque el gas natural es un combustible seguro y el accidente es causado por la negligencia del cliente en la inspección obligatoria de la caldera.
Cuando disfruta de una casa tranquila, agregar mayor seguridad a su hogar marca gran diferencia. Así como debes comprobar periódicamente el estado de una caldera de gas, también debes apostar a que tu seguro de hogar puede hacer frente a los inconvenientes que puedan ocurrir.
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