
¿Cuál es el mejor momento para cambiar la caldera?
Estamos habituados a recibir notificaciones y a leer advertencias sobre la importancia de las revisiones como parte del mantenimiento de calderas de gas. Sin embargo, no todas las familias tienen tan claro cuál es el mejor momento para cambiar la caldera. ¿Lo sabes tú? Cuál es el instante ideal para cambiar una caldera de gas vieja por una nueva es el interrogante que todavía tienen en la cabeza la mayoría de los propietarios de viviendas con este sistema instalado. Y es por eso que desde Instalaciones Rubio, como expertos en la instalación de calderas de gas en Madrid, queremos dedicar este nuevo artículo del blog a resolver esta duda.
Cuándo se debe cambiar la caldera
En primer lugar, debes saber que la duración de una caldera en perfectas condiciones no se puede conocer de manera exacta, ya que dependerá de diversos factores. Estos son el uso que se le haya dado, el tipo mantenimiento que se haya realizado, la marca de la caldera y la ubicación de la misma, entre otros factores. Lógicamente, si tu caldera es de un fabricante reconocido y has realizado un mantenimiento adecuado, durará más que si tienes una caldera de fabricante desconocido y nunca le diste la suficiente atención a su mantenimiento.
Si todo va bien y la caldera se somete a todas las revisiones recomendables, los primeros síntomas deterioro no se percibirán hasta los 10 años de la caldera. Por norma general, es en este momento cuando comienza a producirse una degradación de los componentes de las calderas, tanto eléctricos como hidráulicos. Sin embargo, lo habitual es que esto no impida su correcto funcionamiento. Ya que puede solucionarse mediante un control del consumo o un cambio de piezas.
Nuestra recomendación es comenzar a plantearse el cambio de caldera a partir de los 10 años, para hacerlo ya como tarde a los 15 años de antigüedad de la misma. Pero hay otros indicativos que nos advierten de que ha llegado el momento de cambiar la caldera. Como por ejemplo, cuando surge una avería grave.
Las averías caras o de compleja solución son la mejor excusa para cambiar una caldera, porque no no suele ser normal abonar averías costosas para continuar teniendo una caldera vieja. Estamos hablando de averías de gran magnitud, como el cambio de la placa o de las bombas de circulación, entre otros ejemplos.
También es buena idea sustituir la caldera cuando vemos una oportunidad. Aquí nos referimos tanto a una oportunidad económica como tecnológica. Una gran idea es aprovecharse de las subvenciones de las comunidades autónomas, como puede ser el conocido Plan Renove o similar.
Si todavía no tienes claro de si ha llegado la hora de cambiar tu caldera, desde Instalaciones Rubio te animamos a ponerte en contacto con nosotros. Nuestros expertos están a tu entera disposición para ofrecerte asesoramiento personalizado.
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